En estas líneas, voy a tratar de dar algunas nociones básicas para la pesca del exócido en esta estación.
Es cierto, que la mayoría de los pescadores estarán de acuerdo, que
es la época más adecuada para poder pescar lucios, y en teoría los más
grandes.
Pero para llegar a estas conclusiones, hay que haber constatado las experiencias que hayamos obtenido en otros periodos anuales.
¿Dónde localizarlo?
Lo
más probable es que se encuentren emboscados y busquen un buen lugar
para mimetizarse con el entorno, algo en lo que es un maestro, es allí
donde acechará a sus presas. Para que esto se produzca, tiene que
existir algo que él pueda acechar, por eso nosotros deberemos tener el
mismo comportamiento, habrá que andar y andar hasta poder localizar
zonas menos explotadas y donde podamos intuir que el lucio tiene
alimento, él hará lo mismo, se desplazará grandes distancias hasta que
vea una zona de alimento potencial y será allí donde lo podremos
encontrar, o sea que poca carga en la mochila y a caminar se ha dicho,
daros cuenta que en el invierno el alimento escasea, de ahí sus largos
desplazamientos.
A tiempo revuelto…

Cuantas
veces un día que íbamos buscando la pescata de nuestra vida, se torcía
por no poder localizar a nuestro amigo, y esto cambia cuando de repente
comienza esa bendita lluvia débil, que hace que el lucio permanezca
cerca de las orillas y más activo. Incluso se muestra más proclive a
dejarse engañar por señuelos de superficie.
Los señuelos clásicos funcionan.
Os voy a poner algunos de los señuelos que siempre dan resultado y que deberíamos tener siempre con nosotros:
La típica cucharilla: señuelo de toda la vida, pero no por eso menos
efectiva, a mí particularmente me gustan para este tiempo las
ondulantes, ya que trabajan mejor por el fondo.
El vinilo: En su amplia gama, me
gustan sobre todo los que imitan tanto el color con el movimiento de un
pez presa, tipo alburno, piscardo, boga, etc.
Peces artificiales: De nuevo, con
toda la clase que existe en el mercado, me decanto por aquellos con
colores naturales y a ser posible con mecanismo de vibración en su
interior, el lucio se vuelve loco con los señuelos que suenan, vibran y
destellan en el agua.
Existen más señuelos para la pesca del lucio, pero aquí tenéis los que nunca deben faltar en nuestro chaleco de pesca.
Conclusiones.
Ni el invierno es la mejor época, ni tampoco es la peor, como todo en
la pesca, se trata de mucho más que poner un señuelo en nuestro
trenzado o cable de acero y lanzar, se basa en buscar e indagar las
posibles opciones que se nos van a plantear, pero hay que tener en
cuenta que será más probable sacar el gigantón de nuestra vida en esta
época del año.
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